MORELLA: El secreto es que no hay secreto. En días como hoy parece atípico entrenar o hacer algo diferente que no sea pasar la resaca de Nochevieja. Y me parece perfecto, ya que tampoco soy un santo y demasiadas veces me han tenido que llevar a casa porque no hacía pie.
Pero el secreto es tener la facilidad para cambiar el "chip", poder pasar de un extremo a otro con excesiva facilidad. Saber lo que toca en cada momento. Que los demás acepten esto o no, ya depende del grado de comprensión que tengan.
Los ciclistas muchas veces somos "bichos raros", y parece que hagamos las cosas sólo por la épica y sin ninguna necesidad clara; bien sea Navidad, Año Nuevo, bajo la lluvia, frío, nieve... Pero, por lo que a mí respecta, que salga a entrenar o no, no depende del tiempo que haga o del día que sea, sino de la motivación que tenga por cumplir unos objetivos y cuando se lleva inercia positiva no hay que parar.
No supone un esfuerzo más allá de lo físico, tengo la libertad para hacer lo que me gusta, me llena y me realiza como persona. Son millones de intrafondos eufónicos. Quien se merece las explicaciones las tiene.
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**Al final he llegado a casa con 3h00min ; 78,8km; +1342m desnivel; 205w.