MORELLA: La mayoría de ciclistas tenemos dos "mini-días" en uno; antes de entrenar y después de ello. Al menos yo sí los tengo, y además claramente diferenciados.
Los días anteriores, como ayer o anteayer, el plan a realizar sobre la bicicleta no era nada exigente. Simples regenerativos. De ahí que los momentos previos al entrenamiento: mientras se desayuna, se escucha música, se "feisbukea"... se hace tiempo... sean totalmente distendidos y relajados; pero al acabar un entrenamiento de este tipo la sensación de plenitud y el famoso "Endorphine´s Time" no es tal como en otros días en los que se acaba exhausto.
Hoy sin embargo ya sabía de antemano que tocaba entrenamiento a FTP y calidad, y es ahí cuando la cosa cambia, al menos por mi parte. Algunos minutos de los quehaceres previos van dedicados a la dirección del viento, que puerto será mejor para las series según "Eolo", que comida coger, que no... y la incertidumbre de no saber como estará el cuerpo. En general se intenta tener el entrenamiento lo más planificado posible. En fin, lo que viene siendo aquello tan "famoso" y que tantos quebraderos de cabeza me dio el año pasado: "la seriedad".
Y es en este tipo de entrenamientos cuando las sensaciones al acabar son incomparables a las que puedan aportar otros deportes. Sin menospreciar.
Es esta segunda parte del día la que busco y la que engancha peligrosamente en las redes de deportes duros y sacrificados como este.
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Hoy me he acercado al puerto de Torremiró, que desde que lo hicieron nuevo sólo lo había subido tres veces.
Es un puerto tendido por la parte de Morella, y duro por la parte de Monroyo. Han sido tres subidas, dos de ellas a FTP 20min., completando así el plan previsto para hoy. Luego he dado vueltas por los "tontódromos" hasta ver el triple dígito en el PowerControl V.
**Al final he llegado a casa con: 3h39min; 103km; +1683m desnivel; 211w norm.