Salir a entrenar en estas fechas no se llama motivación, sino como escuché por Twitter, se llama remordimiento. Y sin duda es verdad.
Este año ciclistómano, ese que empieza en noviembre y acaba en octubre, no hay remordimientos por nada y esto afecta positivamente para no entrar en dinámica de ofuscación. Eso por lo que pequé años atrás.
¡¡¡OJO!!! Que no es malo pecar de ofuscación. Lo malo es parar por fatiga mental tres meses después.
Así que han sido unas buenas Navidades, con menos bicicleta que otras veces, sólo dos entrenamientos en siete días, pero como digo yo: "Modo Malessero" todo el día.
Ahora toca meterse en faena de nuevo, unos pocos días más de fondo y empezar a abrir un poco de gas, empezar a sumar.
Volver a la esencia pura de la #SpartanLife.