Mis biorritmos me piden salir tarde, casi cerrando la tarde y acabar estirando en la Alameda de Morella con la noche cerrada, ahí es cuando más disfruto de la bicicleta, SummerTime.
Eso ya pasó, el sol tiene prisa en irse, y yo muy poca en madrugar, rodar por las carreteras pasadas las 20h ya casi es temeridad. A esto le sumamos el frío, un otoño que por estas zonas se salta directamente en invierno, y no es hasta allá a los Mayos cuando vuelve el verano.
Esto es muy a grandes rasgos. En realidad, hoy por hoy, lo único cierto que hay en lo anterior es que rodar a partir de las 20h es temerario, lo demás todo mentira.
Como dije la temporada ya acabó, excepto salvo un último compromiso dentro de dos semanas, en La Volta a Les Comarques de Castelló, en la que se homenajeará a mi compañero Jofre Grau, y me hace mucha ilusión participar en dicha Vuelta.
Durante estos diez días que llevo entrenando con la normalidad de antes no trato otra cosa que volver a recuperar alguna sensación digna de disfrute, y eso sin duda ya lo he conseguido. El tiempo me vuelve a pasar volando, el triple dígito se cumple fácil, y tiempo para reeducar los wattios aún queda!!
Aaauuuu!!